lunes, 29 de abril de 2019

Javier Trueba y Antonio Portilla regresaron a lo más alto del podio en el XIV Rally de Coches Clásicos Valle de Camargo


La Copa de Clásicos de las Escuderías de Cantabria reanudó su actividad el pasado sábado 27 de abril con la XIV edición del Rally de Coches Clásicos Valle de Camargo, segunda cita del certamen y a su vez la más antigua del mismo. Bajo la cuidada organización de la mítica Escudería Scratch, con el siempre ilusionado Jesús Cadelo al frente, medio centenar de equipos se dieron cita en el Parque de Cros de Maliaño, centro neurálgico del evento. La cambiante climatología, a la que se sumó la lluvia y la intensa niebla en algunos puntos, puso las cosas muy difíciles a los participantes.

La prueba contó con un recorrido aproximado de 180 kilómetros repartidos en nueve tramos de regularidad y en cuanto al organigrama de la misma, siguió un esquema habitual al de anteriores ediciones. La actividad se puso en marcha a partir de las 10:00 horas con las verificaciones administrativas en la oficina habilitada en el Parque de Cros de Maliaño. Posteriormente, a eso de las 13:20 horas, la organización congregó a todos en el habitual briefing con las recomendaciones y puntualizaciones correspondientes en la Bolera Puertas Roper para dar el banderazo de salida al primer equipo a las 14:00 horas.

Adversas condiciones
La primera sección de la prueba fue sin duda la más intensa, al contar con los tramos más largos y montañosos antes de llegar al reagrupamiento de Villacarriedo. Con el asfalto muy deslizante y la niebla haciendo de las suyas, especialmente en el alto de los Machucos, los equipos tuvieron que poner la máxima atención en la carretera. Puntos de paso como Solares, La Cavada, Alisas, San Roque de Río Miera, Llerana o Selaya dibujaban el rutómetro de las primeras especiales. La dupla formada por Rodrigo Posada y Alberto Martínez llegaba al descanso al frente de una clasificación muy igualada en la que nada estaba decidido, mientras que Sergio y Ricardo Corrales comandaban provisionalmente la pugna del apartado Open, llevándose ambos equipos sus correspondientes productos típicos pasiegos como premio.

Pero aún quedaban por delante un buen puñado de kilómetros para decidir la clasificación final. De hecho, la aparición de ganado en los primeros compases de la segunda sección daba un vuelco a las clasificaciones, siendo esta una circunstancia que puede suceder a cualquiera al tratarse de pruebas de regularidad a carretera abierta. Además, aunque se trataba de tramos más livianos, la navegación ganó protagonismo en la recta final del rallye, lo que unido a los poco más de 4 kilómetros a tablas justo antes de regresar a Maliaño, nos brindaron un emocionante final.

Tras un total de 108 controles secretos computados de la mano de Anube Sport, la pareja formada por Javier Trueba y Antonio Portilla llevaban su remozado Peugeot 309 GR de 1989 a lo más alto del podio con un total de 94 puntos de penalización en su casillero. Sin duda, una trabajada victoria para uno de los equipos que habitualmente pueblan la parte alta de la tabla y que ya saben lo que es ganar pruebas, caso de la Clásica de Piélagos de 2018. Por otro lado, una de las sorpresas agradables en esta edición llegó de la mano de José Luis Conde e Iván Agudo, ya que colocaban el Peugeot 405 Mi16 en segundo lugar con 109 puntos, dejando la tercera plaza final para unos sensacionales Diego González y Zoe Abad, que a su vez acababan con 120 puntos a bordo del BMW 325i E30.

Así acabaron las categorías en juego
Como de costumbre, no podemos olvidarnos de los equipos inmersos en el apartado Open, reservado para aquellos que no cuentan con instrumentación adicional a la de serie en sus vehículos. Una vez más, Sergio y Ricardo Corrales daban muestra de su alto nivel, llevándose el gato al agua con el Ford Escort XR3i y firmando una sensacional cuarta plaza absoluta que les catapulta como los mejores absolutos del campeonato tras dos carreras. Tras los chicos de la Escudería Scratch se clasificaban José Aurelio Díaz y Gema Herrera sobre el Peugeot 205 GTi, cerrando el podio Open la dupla formada por Sergio Crespo y Jorge García empleando esta vez un bonito Toyota Celica Gti.

Además, el Rallye Valle de Camargo contó con la novedosa categoría Pre84 que nos acompañará durante toda la temporada, resultando Juan Carlos Arroyo con David Gutiérrez a su derecha los ganadores con el precioso Seat 124-1430 del año 1978 en Pre84-Copa. En Open84-Open, Manuel Herrero junto a su hija Lara Herrero a bordo de un Renault 5 TS del año 1979 fueron los mejores. Por último, Autotécnica Raos lograba el triunfo en el apartado de Escuderías.

Como colofón, a la extensa entrega de trofeos, La Escudería Scratch premió a las mejores dentro del Trofeo Rombo Classic destinado a los vehículos de la firma Renault, así como a los más destacados del Trofeo Óvalo Ford. Manuel y Lara Herrero se impusieron entre los vehículos de la firma gala, haciendo lo propio Sergio y Ricardo Corrales entre los numerosos Ford y también dentro de la clasificación reservada a los equipos autóctonos del municipio de Camargo.

Héctor Lavín, Teniente Alcalde, y Ángel Gutiérrez, Concejal de Obras y Servicios, arroparon a la organización durante la entrega de trofeos, quedando todos los participantes emplazados a la tercera cita de la Copa de Escuderías, el Rallye Valle de Aras Clásico del próximo 25 de mayo.